domingo, 5 de marzo de 2017

Nomofobia, para muchos, la enfermedad del siglo XXI

¡Buenas tardes bloguer@s!

   Me ha resultado interesante tratar la adicción al teléfono móvil, una enfermedad que quizás padecemos y no somos conscientes de ello.
Según los expertos, el miedo a estar sin el teléfono móvil se puede diagnosticar como un trastorno para una gran parte de la población, sin que los afectados sean conscientes de ello.

   Quién de nosotros no ha vuelto a casa porque se ha dado cuenta que ha olvidado el teléfono; quien se ha quedado sin batería un día entero y siente la necesidad de estar perdido y desubicado; quien es capaz de estar unas horas sin mirarlo o sin hacer el gesto automático que nos sale de desbloquearlo y volverlo a bloquear; quien ha logrado estar en el cine toda la película sin coger el móvil o cuando salimos de ellas mirar el móvil y revisar nuestras notificaciones antes de llegar a la salida del cine...
Si sientes que no puedes responder a estas preguntas deberías saber la existencia de la Nomofobia.

   Los expertos han denominado Nomofobia al miedo que sentimos cuando estamos sin teléfono móvil.

   Dependencia del móvil entre adolescentes.


   Sin embargo, lo más interesante son las consecuencias que, a su juicio, acarrean este miedo irracional a no llevar el teléfono móvil encima, y que se resumen en que los jóvenes se aburren cada vez más con las actividades habituales de ocio. Según López Torrecilla, los adictos al móvil suelen presentar algunas características de personalidad comunes, como una baja autoestima, problemas con la aceptación del propio cuerpo y déficit en habilidades sociales y en resolución de conflictos


   La dependencia al móvil ha dejado de ser una tendencia para convertirse ya un todo un fenómeno social, especialmente entre los jóvenes, cuya adicción llega al 29 por ciento de los menores de 24 años.

   Paradójicamente, esta obsesión por el móvil también puede alejar a las personas de quienes están a su lado. Este fenómeno se llama «Phubbing» y consiste en ignorar a quienes nos acompañan al prestar más atención al «smartphone», por lo que en vez de socializar con las personas con las que estamos en ese momento, lo hacemos virtualmente con las que están al otro lado del dispositivo.

   A diferencia de otras adicciones, como el alcoholismo o la adicción al juego (ludopatía)... la edad en la que comienza es muy baja, desde los once o doce años, pues es muy fácil el tener un móvil, ya existen incluso móviles especialmente para los niños con dibujitos para ellos, y además los padres se sienten seguros de que su niño/a tenga un móvil para poder llamar ante cualquier urgencia (esto no está mal).

   Frente a las personas que utilizan de una forma adecuada el móvil, en las personas con adicción vamos a poder ver cómo están de forma continuada “vigilando” el móvil, esperando siempre cualquier señal que venga de su aparato; cada muy poco tiempo, de forma compulsiva e incontrolada, consultando el móvil,  aunque esté haciendo otra cosa.
Otros estudios recientes han demostrado que personas “adictas” que dejan de usar sus móviles, tienen como consecuencia lo que se puede llamar el “Síndrome de abstinencia psicológica y física”.
Este síndrome tiene síntomas como una gran angustia, ansiedad, nerviosismo, irritabilidad, etc. Y todo ello desaparece cuando, de nuevo, tienen oportunidad de usar su móvil.

   Efectos de la adicción al móvil:
-Aislamiento de los demás, soledad.
-Comportamiento alterado y alteraciones del estado de ánimo.
-Comportamiento compulsivo  y problemas de comunicación.
-Problemas con el lenguaje, pues ya no nos detenemos a escribir bien, sino que lo importante es la rapidez .
-Peligro de hacer contactos no demasiado buenos como quedar con desconocidos, que pueden traer consecuencias negativas.
-El comportamiento adictivo hace ser muy sensible a los juicios y valoraciones de los demás y acrecienta los sentimientos de inseguridad
-Se puede llegar al fracaso escolar o la agresividad.
-En los casos más graves, se puede llegar a robar y a mentir con tal de tener un móvil porque la adicción es capaz de anular todo nuestro control como personas. 

   Si sufrimos una adicción al móvil, lo primero que debemos de hacer es...
¡¡PEDIR AYUDA ANTE TODO!! NO PASA NADA Y A CUALQUIERA LE PUEDE OCURRIR

   Pedir ayuda a mis padres, mis hermanos, a mi familia, incluso a mis amigos, pero, si aún así, nos sentimos avergonzados o angustiados, hay muchos como, por ejemplo, en el Instituto, a tu tutor o con el profesor que mejor te caiga, el Ayuntamiento de tu ciudad, pasando por el Centro de Salud y todas las Organizaciones Especializadas en dependencias, como por ejemplo, en la del Proyecto Hombre.
Nos ayudarán a buscar actividades en las que no esté presente el móvil. 

   Enlace noticia: Villar, E. (2012). Nomofobia: la enfermedad que quizás padece y no lo sabe. Recuperado de http://www.larazon.es/historico/6785-nomofobia-la-enfermedad-que-quizas-padece-y-no-lo-sabe-MLLA_RAZON_436328 (05/03/2017)

                                               
   Os dejo un vídeo que nos ayudará a todos a reflexionar sobre el uso que le damos a este dispositivo.

https://www.youtube.com/watch?v=EGfadMWW1vU (05/03/2017)
 

                                             
Realizado por: Magdalena Irizo Ruiz.

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